martes, 18 de junio de 2013

Ser optimista para vivir mejor

Ver la vida con optimismo no es ninguna ingenuidad: creer que es posible conseguir lo que deseamos hace que dediquemos más tiempo y energía a lograrlo. Situarnos en el optimismo hace que apreciemos todo lo bueno de la existencia y que lo vivamos mejor. No hay excusas para el desánimo, el optimismo es una habilidad que todos podemos aprender.

La fuerza del optimismo va mucho más allá de lo que imaginamos. Ya sabemos que una actitud optimista nos permite vivir de manera más plena, pero también sabemos que una visión optimista de las cosas mejora incluso la salud de las personas. Si no te imaginas recuperándote tu ánimo decaerá y será menos probable la mejoría. No quiere decir que siempre suceda si lo crees, más bien que si no crees en lo que anhelas, lo más probable es que no suceda. Si no consigues imaginarte finalizando tus estudios, jamás lo lograrás. Si no puedes verte formando una familia, te será difícil conseguirlo. Si no logras verte al otro lado de un obstáculo, te quedarás paralizado sin atreverte a cruzar. 

El optimismo puede ser una manera de mirar no sólo nuestro futuro sino también nuestro presente, una actitud que busca centrarse e aquellos aspectos positivos de cada situación y que, frente a las adversidades, se pregunta qué podemos aprender en lugar de quejarnos porque las cosas no son como desearíamos.

La vida está llena de posibilidades que a veces no podemos ver. El optimismo de creer que ante cualquier situación hay una posibilidad alegra nuestra vida, y sobretodo nos abrirá los ojos para buscarla. Vale la pena ponerse en marcha incluso sin saber que encontraremos, sólo tienes que pensar que todo saldrá bien y ver las posibilidades que tienes con cada decisión.


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