viernes, 14 de junio de 2013

Nunca te rindas

Estoy releyendo el libro de Jorge Bucay "Déjame que te cuente...", y quisiera compartir uno de los cuentos que a pesar de su brevedad esconde una lección muy grande.

LAS RANITAS EN LA NATA

Había una vez dos ranas que cayeron en  un recipiente de nata.
Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.
Una de ellas dijo en voz alta: <<No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril>>.
Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco.
La otra rana, más persistente o quizás más tozuda se dijo: <<¡No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mí último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora>>.
Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante horas y horas.
Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla.
Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo regresar a casa croando alegremente.


Esta historia nos enseña una lección muy importante: NO TE RINDAS. Si quieres conseguir el éxito lo importante es insistir. Si te rindes, nunca llegarás a él y sobretodo nunca sabrás si podrías haberlo conseguido. 

Otra de las lecciones de este cuento es la confianza en ti mismo. Si no confías en lo que haces y en el éxito que puedes obtener, tu motivación se perderá y harás como la ranita, dejar de intentarlo. Por el contrario si eres persistente en tus actos y visualizas el éxito, el cómo lo consigues, tu motivación aumentará y conseguirás lo que te propongas. 

Todos tus sueños están a tu alcance. Basta con intentarlo, porque... tú puedes, vales mucho y sobre todo ¡lo conseguirás!




No hay comentarios:

Publicar un comentario