Podemos realizar con frecuencia visualizaciones para aprender a frenar los pensamientos obsesivos y negativos. Te propongo un ejercicio para que empieces a practicas y beneficiarte de las imágenes positivas que tú mismo puedes provocar.
Colócate en una posición cómoda y relajada. Cierra los ojos y respira pausada y profundamente. Ahora, imagina que estás al aire libre, en un espacio limitado. Empieza a caer una lluvia de agua fría, turbia y llena de lodo que va cubriendo todo tu cuerpo. Tus pensamientos son de malestar, suciedad y sufrimiento. Vive intensamente esta sensación que te provoca la lluvia fría.
Ahora imagina que te diriges hacia un lago cercano. Sus aguas son especiales, tibias y puras. Sumérgete en ellas. Disfruta plenamente. Percibirás como te invade una sensación reconfortante. Te sientes diferente.
Abre los ojos y comprueba cómo el sufrimiento y las sensaciones negativas van desapareciendo. Siente cómo te has purificado en las aguas claras del lago, siente tu mente luminosa y potente. Los pensamientos negros han quedado atrás. Ahora descubres cómo surgen ideas nuevas, claras y positivas, y quédate con esa sensación tan buena y tan gratificante.
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