viernes, 26 de julio de 2013

Para resolver tus conlictos

Ante un conflicto con cualquier persona, debemos compartir nuestros sentimientos y escuchar al otro.

Muchos conflictos son una buena oportunidad para revisar nuestros sentimientos respecto a algún tema y de nuestro vínculo con las personas. Podemos seguir tres fases para solucionarlos de forma constructiva: ser capaces de ver que tenemos un conflicto, darnos cuenta de que necesitamos actuar para resolverlo, y pensar las acciones que debemos realizar para conseguirlo.

Siguiendo estas simples pautas podremos resolver los problemas que nos vengan con otra persona. En primer lugar, tómate un tiempo  un espacio para darte cuenta de qué es lo que te genera malestar. Piensa como te sentiste ante la situación. Ahora visualiza un escenario neutral, fuera del lugar donde ocurrió el conflicto. Imagina que te encuentras con esa persona para decirle cómo te sientes.

Cuando hayas descubierto cuales son tus sentimientos, proponle a tu compañero un encuentro para explicarle cómo te sientes, así él también puede plantear sus sentimientos y su punto de vista. Compartir lo que sientes no implica darle la razón al otro, se trata de que hables de ti y de lo que sientes. Si los dos creáis un espacios para escucharos, es fácil que lleguéis a un punto de encuentro donde os podáis entender. Además, es posible que con ese encuentro comencéis a tener una comunicación más auténtica y que se aclaren vuestras diferencias.

No cuesta nada expresarse y compartir con los demás, te sentirás mejor tú y harás que el otro se sienta bien también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario