domingo, 1 de septiembre de 2013

Aprende a vivir con menos

Nos vemos inmersos en una carrera por conseguir cosas que quizá no necesitamos. Dedicamos mucho esfuerzo a acumular y perdemos de vista la esencia de a felicidad. Para recuperar la capacidad de disfrutar de la vida, con independencia de lo que tenemos, hay que preguntarse, ¿qué es lo que realmente quiero?

Estamos atrapados en lo material, dedicamos una gran cantidad de tiempo y esfuerzo a acumular. Acumulamos dinero, posesiones, poder, e incluso personas. Tener nos obsesiona, y cada vez nos preocupa y angustia más, ya que nunca es suficiente. ¿Es suficiente lo que tenemos? ¿Y si lo perdemos? Dedicamos tanto tiempo en conseguir las cosas y acumularlas, que cuando las tenemos perdemos el interés o no las aprovechamos. Y ahí se quedan, guardadas por si "algún día" es necesario. Pero tú no estás viviendo en un "algún día", sino un "ahora", y es "ahora" cuando tienes que aprovechar lo que tienes.

Nos vemos obligados a cuidar de aquello que tenemos, tanto que parece que son las cosas las que nos poseen a nosotros. Cuando te regalan reloj, no te regalan solamente el reloj, te regalan también la necesidad de mantenerlo (cambiarle la pila, limpiarlo....), la preocupación de perderlo, la tendencia a compararlo con otros. Podemos terminar presos de nuestras propias obsesiones.

Lo peor es que muchas veces ni siquiera sabemos para qué queremos aquello que tenemos o aquello por lo que desesperadamente nos esforzamos. Debemos cuidarnos de gastar el dinero que uno no tiene para comprar lo que uno no necesita para agradar a aquellos que a uno no le importan. Perder dinero o poder, perder el afecto de alguien, perder el reconocimiento u orgullo es seguramente doloroso, pero debemos saber que no nos va la vida en ello.

Si la principal preocupación de nuestra vida se convierte en evitar las pérdidas y si estamos dispuestos a todo para tener o seguir teniendo, nos convertiremos nosotros mismos en personas oscuras y viles, y probablemente terminemos ocasionando aquello que más nos atemoriza: perderlo todo.

Tener  nos puede dar cierta seguridad, pero lo cierto es que nada puede darnos la seguridad de que no tendremos problemas. Si nos ocupamos de nuestro desarrollo personal, podremos hacer más y mejor, y enfrentarnos a aquellos problemas que nos impiden seguir adelante. Estate orgulloso se "ser" y no de "tener".


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