domingo, 15 de septiembre de 2013

El estrés en la mujer

El estrés tiene manifestaciones distintas en función de si eres hombre, mujer o niño, en el trabajo, el colegio...
Tradicionalmente, los hombres desempeñaban la función fundamental de proteger y proveer alimento a la unidad familiar, y las mujeres se encargaban de multitud de niños y las tareas del hogar, que no eran pocas. En la actualidad, las cosas se han igualado más, pero las mujeres hemos heredado esa capacidad para hacer muchas cosas a la vez. 

En el mundo exigente de hoy, esa capacidad o ventaja, puede llevarnos a esperar demasiado de nosotras mismas y generarnos algún tipo de problema emocional. Si nos ponemos tantas exigencias, pueden llegar a convertirse en una pesadilla entre estrés físico y emocional. Hacer muchas cosas a la vez, durante mucho tiempo, nos puede llevar a una telaraña de obligaciones donde no cabe apenas el placer o la satisfacción de realizar otras cosas. Pero hay medidas efectivas para controlar el estrés femenino:


  • Planifica y prepara planes alternativos. Invierte tiempo solamente en planificar. En vez de saltar de una emergencia a otra, es mejor seguir planes de acción y decidir de antemano cuánto tiempo y esfuerzo le vas a dedicar a cada cosa. Dedica un tiempo cada semana a revisar tareas que tienes por delante y prepara un plan B para los asuntos más importantes de manera que, si ves que te estresas, puedas echar mano de él y reducir la carga de esfuerzo. 
  • Olvídate del perfeccionismo. Cuando tenemos expectativas que superan nuestras posibilidades, nos frustramos y nos generamos estrés. Así que olvídate de las fantasías de perfeccionismo y céntrate de lo que es factible. Valora cada pequeño paso que des, acepta los errores que surjan y sigue hacia delante. 
  • Procúrate satisfacciones. La falta de estimulación positiva es una de las principales causas de estrés. Planifícate tiempo para disfrutar. Si piensas que no tienes tiempo para eso, pregúntate para qué haces las cosas si no obtienes recompensa. 
  • Haz de la salud tu prioridad. Las toxinas son productos normales de desecho del metabolismo humano, pero el estrés produce un exceso de desechos, y éstos, a su vez, problemas físicos, fatiga y depresión. Para compensar, reduce tu consumo de comida y de alcohol, y deja de fumar. 
Al igual que una conducta de pensamiento negativa nos lleva a un estado de depresión, pensar en positivo nos ayuda a mejorar. Intenta buscar el lado bueno y fácil a los pequeños disgustos del día a día y no caigas en el error de dramatizar en exceso cosas que realmente no son importantes.
¡Cuida tu cuerpo y tu mente!

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