martes, 10 de junio de 2014

La mejor forma de superar la inseguridad

Muchas veces es el temor a equivocarnos nos paraliza y hace que pospongamos las decisiones. Esa inseguridad se transforma en cuatro tipos de actitudes. ¿Te sientes identificado en alguna de ellas?
Te ofrezco un consejo para cada una y puedas salir de la inseguridad e ¡¡¡ir a por todas!!!


  • "Me da igual". Algunas personas esquivan las elecciones para no tener que tomar partido, con pensamientos de tipo: "qué más da, paso de agobiarme", "ya se verá, no voy a darle vueltas". Ya sea por comodidad o falta de madurez, estas personas prefieren navegar a merced del viento que tomar el timón del barco. CONSEJO. Implicarse y tomar nuestras propias decisiones es la mayor prueba de autoestima y de madurez emocional con la que nos podemos encontrar. No te quedes atrás viendo como pasa el tiempo sin implicarte. "Debemos obrar, no para ir en contra del destino, sino para ir delante de él".
  • "No se lo que quiero". Otras personas analizan tanto los pros como los contras y no logran tomar una decisión, o están ta influenciados por las opiniones de los demás que vacilan constantemente antes de tomar la decisión. CONSEJO. Haz una lista de tus prioridades y toma decisiones en función de ellas. Podrás cometer un error, pero al menos no te arrepentirás de las elecciones que has tomado y no te quedarás con la duda de lo que podría haber pasado. "Para disipar una duda, cualquiera que sea, se necesita una acción".
  • "No me veo preparado". Otras veces no nos atrevemos a lanzarnos a la piscina (presentarnos a un examen, ir a la entrevista de un trabajo, proponer algo nuevo a u jefe, pareja...) porque no confiamos lo suficiente en nuestras habilidades. Nosotros mismos nos frenamos en el camino por la actitud negativa que tomamos hacia nosotros. CONSEJO. Basta ya de pensar que no llegas al nivel o que los demás son mejores, tal vez sólo sean personas más lanzadas. ¡Atrévete! "Si dudas de ti mismo, estás vencido de antemano". 
  • "Para hacerlo mal, no lo hago". La ansiedad por hacer las cosas perfectas en lugar de impulsar a la acción puede resultar paralizante, debido al peso de la responsabilidad. Llegamos a ese pensamiento de que saldrá mal antes de intentarlo. CONSEJO. Asumir que todo es mejorable. El hecho de no conseguir algo perfecto no quiere decir que esté mal. ¿Qué es la perfección para mi? Soy como soy y lo hago lo mejor posible. "No temas a la perfección. Jamás la alcanzarás". 

miércoles, 4 de junio de 2014

Las peocupaciones deben controlarse

El día tan sólo tiene 24 horas y, por mucho que nos esforcemos, nunca podremos cambiarlo. Por ello, y por el hecho de querer llevarlo todo por delante, nos estresamos. Pero el estrés no se debe únicamente al exceso de obligaciones por hacer, sino también a la costumbre de darle demasiadas vueltas a las cosas. Este torbellino de ideas desgasta y agota, pero para evitarlo puedes poner en práctica esta técnica. 

  • Identifica tus temores. El primer paso será reconocer cuáles son los pensamientos que te obsesionan. Puedes escribirlos en un papel o verbalizarlos en voz alta para hacerlos más presentes.
  • Bloquea lo negativo. Cada vez que se presente la idea que te agobia, realiza otra actividad para interrumpirla. Es lo que los psicólogos definimos como un estímulo de corte, es decir, una idea o un gesto que interrumpe el flujo de ideas negativas (dar una palmada, decirnos a nosotros mismos palabras como "basta", cambiarse físicamente de lugar, hablar con otra persona, etc.)
  • Establece un diálogo contigo mismo. Cuando ya estés más tranquilo/a, intenta analizar el porqué de tus obsesiones. Si, por ejemplo, se trata del miedo a enfermar, piensa qué parte de realidad hay en ello (el riesgo real) y qué parte pertenece a tu imaginación. Trata de ser lo más objetivo/a posible.
  • Busca alternativas POSITIVAS. E siguiente paso será en buscar una idea positiva que anule el efecto negativo de nuestra obsesión. En el caso del ejemplo anterior, puedes contraatacar con reflexiones de tipo "todos podemos enfermar, pero no me conviene vivir siempre con ese miedo". 

Ya se que a todos nos cuesta darnos cuenta o evitar el estrés del que hablo (y hablo por mí también >.<). Pero como siempre digo, la fuerza está en nosotros, y si realmente lo quieres, lo conseguirás.