martes, 25 de febrero de 2014

Usar whatsapp sin acabar enganchado

Via: la mente es maravillosa.
http://lamenteesmaravillosa.com/como-usar-whatsapp-y-no-acabar-enganchado-a-el
@mntemaravillosa

Todos sabemos que cada vez es más frecuente el uso de las nuevas tecnologías. Muy pocos aún intentan evitarlas, muchos otros por el contrario las disfrutan, les gustan y las usan a diario. Podemos comparar el uso de Internet, del Whatsapp, de los juegos online, etc. como si del consumo de una sustancia se tratara. ¿Qué quiere decir esto? Que debemos diferenciar entre el uso, abuso o la dependencia.

En el caso del whatsapp podemos decir que usarlo de forma irracional o como medio de control sobre otros puede llegar a ocasionarnos múltiples problemas personales, de pareja, sociales, etc. A continuación damos algunos breves consejos que si llevas a la práctica podrás practicar un uso racional del WhatsApp.

1.- A veces acostumbramos a la sociedad, a nuestros conocidos, a nuestros contactos, a recibir respuesta de inmediato. Si no respondes inmediatamente, o no te responden a ti, no saques conclusiones apresuradas de por qué ha sucedido. Esto sólo nos llevará a estados de ansiedad y malestar: ‘lo ha leído y no me contesta’, ‘ha estado en línea y no ha sido capaz de decirme algo’, ‘pasa de mí’. En algún caso puede que tengas razón, pero en otros es posible que puedas equivocarte y haya otras explicaciones de por qué no te ha contestado a un mensaje. No somos adivinos por mucho que a veces lo creamos. No estamos en la mente de la otra persona y no sabemos si quizá simplemente no ha respondido porque no podía hacerlo en ese momento. Además ten en cuenta que si eres de los que contestas de inmediato casi siempre, la sociedad te exigirá que así lo hagas. Si no contestas de inmediato o no te contestan, no pasa nada. Debemos aprender a ser pacientes, a reconocer que no todo el mundo es como nosotros y que no siempre las cosas ocurren como uno espera que sean.

2. Piensa que todo el mundo tiene derecho a responder o a no hacerlo, a escribirte antes o responderte después e incluso puedes tener tus motivos para no haber contestado. Escribe cuando consideres ‘oportuno’, pero has de saber que ‘lo oportuno’ no significa para todos lo mismo. Es importante que aprendamos a respetarnos y respetar los comportamientos de los demás. Todos tenemos derechos asertivos, como no dar explicaciones, no justificarnos, no responder, decir que no, etc). Pero ojo, tú tienes derecho, los demás también.

3. Intenta utilizar el Whatsapp a determinadas horas y sobre todo evitarlo a otras. Mientras duermes, comes, trabajas, etc, sería recomendable tenerlo en silencio (si es posible) o no utilizarlo. Intenta utilizarlo de forma que no interfiera en tus actividades diarias ni en tus ritmos circadianos.

4. Cuidado con vigilar y controlar a otros. Esto puede convertirse en un auténtico calvario y una obsesión y así desencadenar posibles problemas personales. Ver si está en línea, si está conectado a la vez que otra persona, cuándo fue la última vez que se conectó…Todo esto no genera otra cosa que control, inseguridad, malestar, ansiedad…

5. Nunca discutas a través de Whatsapp. Es algo que se repite bastante en esta sociedad, pero piensa que a través de este medio de comunicación, la comunicación no verbal como gestos, mirada, postura, etc., y la comunicación paraverbal, que es todo aquello que tiene relación con la voz, no se perciben igual que si tuvieras a la otra persona delante, de forma que se pueden ocasionar muchos malentendidos. Si tenemos en cuenta que la comunicación no verbal representa el 55% de la comunicación, la comunicación paraverbal el 38% y la comunicación verbal (lo que decimos), representa el 7%, esto quiere decir que a través de estos mensajes perdemos no tanto el qué se dice sino cómo se dice.

6. Dedica el tiempo a hablar con esas personas con las que estás y no con las que no estás. Si has utilizado el Whatsapp u otro medio para quedar con amigos, familia, etc. y ya estás con ellos no sigas utilizando este medio olvidando que hay personas contigo. Mejor déjalo para otro momento.

Para acabar, una frase muy conocida y para que podáis analizar, que habla precisamente de las nuevas tecnologías, y dice así: ‘Las nuevas tecnologías nos acercan a los que están lejos y nos alejan de los que están cerca".

sábado, 15 de febrero de 2014

Logra una vida plena sin temores

Cada minuto que pasa es un minuto que no volverá. Por lo tanto, no vale la pena desperdiciar nuestro tiempo en pensamientos que tan sólo nos pueden traer infelicidad. Aprender a librarnos de esas malas vibraciones nos hará sentir más dichosos.

Preocuparnos no es un rasgo negativo, si no que nos permite tomar las tiendas de nuestra vida, resolver nuestros problemas y evitar dificultades. Cuando esta preocupación es excesiva, es cuando aparecen los problemas, la angustia y el malestar. Es necesario ponerle freno, ya que nos puede llevar a una situación de infelicidad constante.
"Quien vive temeroso, nunca será libre", Horacio.

Ante un problema, la actitud más lógica es tratar de encontrar solución y actuar: CONCENTRATE EN EL PRESENTE. Pero cuando este problema no tiene solución, no tiene sentido estar pensando en él una y otra vez. Nos desgastaremos inútilmente, y este exceso de preocupación nos llevará a un estado de ánimo negativo muy difícil se controlar.
Debes diafrutar del presente sin mirar atrás.  El pasado, pasado está y el futuro es una incógnita. Disfrutar del aquí y ahora es la solución más acertada.

La clave estará en no dejar que los temores nos amarguen la vida. Para ello apúntate estos consejos:

1. Mantente ocupado/a. Es el método más sencillo para luchar contra la ansiedad. Si tienes la mente ocupada, no habrá lugar para las autodestrucciones. Disfrutar plenamente de tu tiempo te ayudará a ser más feliz.

2. Evita dramatizar los problemas. Analiza la situación que te preocupa y trata de buscarle una solución.  Si es posible,  actúa sin más, si se trata de un problena irresoluble, asúmelo y trata de seguir adelante.

3. Confía en tí mismo/a y en tu fuerza interior. Trata de convencerte de que la verdadera seguridad no se encuentra en tratar de controlarlo todo, sino de tener los suficientes recursos para reaccionar ante los problemas de la vida de forma valiente y positiva.